Mostaza casera
La fermentación es uno de los procesos para la conservación de alimentos más antiguos de la historia. Consiste en rescatar de la muerte los alimentos, permitiendo que las bacterias beneficiosas crezcan en un ambiente ideal para generar transformaciones deliciosas. Quizás creas que no has tenido ningún tipo de acercamiento a ellos, ¡pero nos tienen rodeados! En cualquier supermercado puedes encontrar cerveza, queso, yogur, pan, chocolate y ¡mostaza! Esta receta de mostaza casera es un acercamiento al proceso de fermentación apto para principantes.
Ingredientes
100 gramos de semillas de mostaza amarillas
1/2 taza de vinagre de manzana
1/2 taza de agua
30 gramos de semillas de mostaza oscuras
1 cdta. de sal rosada o marina
Procedimiento
En un bowl pequeño vierte las semillas amarillas, ½ taza de vinagre y ½ taza de agua. En otro bowl pequeño, añade las semillas oscuras y cúbrelas de agua completamente. Deja reposar a temperatura ambiente por 2 días si el clima es frío o 1 día si el clima es cálido.
Retira el líquido de las semillas. Tritura las semillas amarillas en una licuadora o procesador de alimentos hasta obtener una pasta cremosa y uniforme, si es necesario, añade un par de cucharadas de agua. Mezcla la pasta de mostaza con la sal y las semillas oscuras. Guárdala en un envase de vidrio y ciérralo con la tapa correspondiente. Si pruebas la mostaza notarás que tiene un sabor picante. Necesita reposar para que su intensidad baje.
Deja el envase en un lugar donde no esté en contacto directo con el sol. Después de dos semanas aproximadamente estará lista.
Ahora ya puedes guardarla en la refrigeradora. Consúmela usando una cuchara de madera o plástico para evitar contaminaciones.